Tratamiento médico del embarazo ectópico

El embarazo ectópico sigue siendo, a nivel mundial, la
primera causa de muerte de la mujer durante el primer trimestre de gestación a
pesar de que la determinación de la fracción beta de la gonadotropina coriónica
(beta-hCG) y los avances en los dispositivos de ultrasonidos vía vaginal han
permitido el diagnóstico precoz de esta patología y la posibilidad de aplicar
tratamientos no quirúrgicos.

En los países occidentales se estima que la incidencia del
embarazo ectópico es del 2% de todos los embarazos y que tras el primer
episodio, la incidencia de un segundo embarazo ectópico aumenta hasta el 15% y puede
superar el 25% si la mujer ha tenido dos o más episodios similares.
La localización más frecuente del embarazo ectópico es a
nivel de las trompas de Falopio, aunque también se puede encontrar a nivel del cérvix,
el ovario, en estructuras abdominales o sobre la cicatriz de una cesárea.
Estas otras localizaciones, aunque suponen menos del 10% de
todas las gestaciones, son las que presentan mayor morbilidad ya que su
diagnóstico es más complejo.
El tratamiento médico del embarazo ectópico se realiza mediante
la inyección de metotrexato (MTX) intramuscular.
Desde el punto de vista de coste-efectividad, el tratamiento
quirúrgico es la mejor alternativa para el manejo del embarazo ectópico. Sin
embargo, en casos bien seleccionados, el tratamiento médico con metotrexato
alcanza niveles semejantes de curación, sin los riesgos que entraña una
anestesia y una intervención quirúrgica.
El MTX es un fármaco quimioterápico, antagonista del ácido
fólico que actúa inhibiendo la síntesis del ADN y, en el caso del tratamiento
del embarazo ectópico, su efecto se centra en la inhibición de la
multiplicación de las células del trofoblasto y puede monitorizarse con la
determinación de beta-hCG en sangre.
El éxito del tratamiento conservador mediante metotrexato se
basa en la selección adecuada de las pacientes susceptibles de responder a este
tratamiento m

édico. Así, se sabe que hay un elevado riesgo de fallo del
tratamiento médico cuando se detecta actividad cardíaca en el embrión, el
tamaño de la masa detectada por ecografía transvaginal es superior a los 4cm,
los niveles de beta-hCG supera las 5000 mUI/mL, se detecta líquido libre
pélvico y/o abdominal o se sigue incrementando el nivel de beta-hCG tras la
administración de metotrexato. Además, algunos estudios han correlacionado el
grosor endometrial superior a 12 mm con una menor efectividad del tratamiento
médico conservador.

El metotrexato puede administrarse en una dosis única o en
un protocolo de dosis múltiples. En el primer caso, la dosis dependería de la
superficie corporal y se administrarían 50 mg/m2. En el segundo, la dosis es de
1mg/kg en días alternos hasta un máximo de 4 dosis, combinando con tratamiento
con ácido folínico a dosis de 0.1mg/kg también en días alternos hasta un máximo
de 4 dosis.
Ninguno de los dos protocolos se ha mostrado superior, en
tasas de curación, al otro, alcanzando tasas de éxito que pueden llegar a
superar el 90% de los casos tratados.
Respecto a la influencia del metotrexato sobre la
fertilidad, numerosos estudios han evidenciado su inocuidad sobre la reserva
ovárica y la conservación de la permeabilidad de la trompa afectada
Doctora Marita Espejo
Directora de Instituto FIVIR


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