Mens sana in corpore sano

Igual que hace
más de 2.000 años, en la actualidad recurrimos habitualmente a la cita latina
para referirnos a los hábitos de vida saludables y a los beneficios que
proporcionan. Beneficios y hábitos que cobran un necesario protagonismo de cara
a un embarazo, durante el mismo y también tras dar a luz. La mujer se enfrenta
en su etapa reproductiva a grandes retos para cuya consecución el deporte y en
general el ejercicio será un aliado en el camino.
Está demostrado
que las personas que se encuentran bien físicamente lo están también
psicológicamente, y que ambos factores están íntimamente ligados a un bienestar
en la vida. En concreto, la actividad física nos proporciona bienestar físico
pero también influye en nuestro estado emocional y ayuda ante situaciones como
la depresión, el estrés, la ansiedad y en general en nuestro humor. Y ello,
combinado con una correcta alimentación potencia nuestra vida y nos sirve de
aliados en el camino.  
No
subestimemos, pues, la importancia de una vida activa físicamente para la
consecución de un embarazo sano. Por ello, es conveniente que las mujeres que
han decidido quedarse embarazadas empiecen a realizar alguna actividad física regular.
El tipo de actividad es cuestión de gustos, aunque en líneas generales y de
cara a mantenerla durante los meses de gestación, es más recomendable que se
trate de una actividad de bajo impacto y que no implique riesgos físicos.
Nadar, caminar o practicar yoga o pilates son excelentes opciones que cada
mujer puede, además, adaptar, a sus horarios.
Una actividad
física habitual ayudará también a controlar el peso durante el embarazo y
preparará el cuerpo para el parto. Por otro lado, está demostrado que las
mujeres que se mantienen activas se recuperan con más facilidad tras el parto,
una de las preocupaciones más habituales de las futuras mamás. Un profesional
aconsejará, en caso de dudas, de los ejercicios más convenientes así como de
aquellos que es mejor evitar. 
La práctica
habitual de deporte, en este caso, nos ayudará a controlar el peso pero también
la ansiedad o el estrés que puede implicar a menudo la búsqueda de un hijo. En
líneas generales, además, el deporte es sinónimo de salud. Practicarlo
desgraciadamente no asegura la salud, pero es el mejor remedio conocido para
poder alcanzar lo que ya en tiempos del imperio romano tenían claro….
Eva Berenguer Antón
Profesora de gimnasia



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