La administración de medicación subcutánea

La gran mayoría de
fármacos utilizados en los tratamientos de reproducción asistida se administran
vía subcutánea (zona hipodérmica o 
tejido celular subcutáneo),  y pese
a ser una técnica relativamente sencilla para los profesionales de la
enfermería, obviamente para la mayoría de las personas, ésta particularidad puede
llegar a producirles cierta ansiedad.
Por este motivo, queremos explicar del modo más sencillo posible, cómo una persona
debe inyectarse la aguja en la piel para que la absorción sea la correcta, y además
minimizar en lo posible la aparición de pequeños hematomas.
En primer lugar, hay que recordar que el lugar más habitual para realizar la punción de inyectables de
administración subcutánea en los tratamientos de reproducción asistida suele
ser el abdomen, por su fácil acceso y rapidez de absorción.
La zona peri umbilical
(región inmediata que rodea el ombligo) no debería pincharse puesto que
presenta mayor resistencia a la absorción de sustancias.
Pasos básicos para la correcta administración de inyectables subcutáneos

1) Utiliza alcohol de 96º
para desinfectar la zona de punción (piel íntegra, sin pérdida de continuidad) y
espera unos segundos para que se absorba.
2) Con los dedos índice y
pulgar coge un “pellizco” de piel paralelamente al ombligo.
3) Coloca el inyectable
con un ángulo de unos 45º e introduce la aguja en el “pellizco de piel”,
aprieta el émbolo hasta el final para administrar todo el fármaco. Espera unos
segundos y retira el inyectable.

4) A continuación,
presiona un rato con un algodón limpio sobre la zona de punción para evitar que
si hemos lesionado algún pequeño capilar al introducir la aguja, esto no produzca
posteriormente un hematoma.

Consejos
-En
el caso que se prepare la dosis en casa y una vez tenemos cargada la jeringa,
tendremos que purgar ésta correctamente, es decir,  intentaremos eliminar las burbujas de aire que
hayamos podido introducir en el proceso de carga. De
esta manera nos inyectaremos la dosis de fármacos pautada.
-Verificaremos que tenemos cargada en la jeringa la dosis de fármaco
correcta.
-Se aconseja “rotar” en la
zona de punción, es decir, cada vez deberíamos pinchar en un lado del abdomen
para evitar “maltratar” en exceso una de las dos zonas.
-En pacientes con
tratamientos crónicos (personas diabéticas tipo I o insulinodependientes, etc.)
es muy importante tener en cuenta ésta particularidad ya que con el paso del
tiempo, se puede producir lo que se conoce con el nombre de lipodistrofia.
Ana Ortega García
Enfermera 
Instituto FIVIR


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