El impacto emocional de la infertilidad: una lucha silenciosa

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Todos sabemos que la infertilidad es un problema médico, pero lo que es menos conocido es que, además, puede ser una experiencia emocionalmente agotadora.

Este artículo explora el impacto psicológico de la infertilidad y cómo afecta a las parejas que luchan por concebir.

Cuando la Relajación No Es Suficiente y la Obsesión No Es la Causa

No es raro que una pareja se encuentre con “diagnósticos” de personas próximas a ellos del tipo “estáis muy obsesionados y deberíais relajaros para tener un bebé”.

Estos comentarios convierten la infertilidad en un problema autoinfligido, provocado por alguno de los miembros de la pareja, o de la pareja en sí misma, que es incapaz de conseguir la gestación por sus propias acciones y conduce, además, al aislamiento de la propia pareja, que enfrenta la incomprensión social, incluso de familiares y amigos, que no han experimentado la misma lucha.

Infertilidad y Emociones: Navegando por la Tristeza y la Ansiedad

El deseo de tener un hijo y no poder conseguirlo puede provocar una gran variedad de emociones negativas que van desde la tristeza a la ansiedad, depresión, sensación de culpa, vergüenza, problemas de autoestima y autoimagen. Y todo ello se une a la condición médica de la infertilidad y los tratamientos complejos que suelen conllevar su diagnóstico.

Muchas parejas van a presentar un profundo sentimiento de pérdida cuando el sueño y la expectativa de formar una familia se ven amenazados por la infertilidad. Y este sentimiento de tristeza puede ser especialmente intenso en momentos como el periodo menstrual, las fechas de los tratamientos fallidos o los anuncios de embarazo de amigos o familiares.

La incertidumbre sobre el futuro, la desesperanza, la preocupación por los costos del tratamiento o el miedo a los procedimientos médicos pueden contribuir a incrementar, además, los niveles de ansiedad y depresión.

Aparte, suele existir una presión social y familiar por conseguir el embarazo, que ahonda en la tensión personal y de pareja a la que están sometidos los pacientes que no gestan; tensión que además se incrementa si, además, existen condicionantes culturales o religiosos que limitan el acceso a los diferentes tratamientos de reproducción asistida.

Infertilidad: Diferencias de Género en la Angustia Emocional

Aunque la angustia emocional afecta tanto a hombres como a mujeres, hay algunas diferencias en la forma en la que cada género afronta este desafío; sobre todo porque la mujer es la que debe llevar todo el peso del tratamiento.

Las mujeres tienden a experimentar una mayor angustia emocional y un mayor sentimiento de culpa ya que, aunque se ha evolucionado en el concepto social de la infertilidad, aún existe la idea latente en algunos estratos de la sociedad de que la infertilidad es un problema en el que la mujer no puede conseguir un embarazo y no se concibe la realidad de esta patología; y es que la infertilidad es un problema en el que una pareja no puede gestar.

Los hombres pueden no sentir la misma presión social para tener hijos. Ahora bien, cuando se detecta un factor masculino como diagnóstico de un problema de fertilidad, algunos pueden sentir un sentimiento de fracaso, debido a que existe un diagnóstico que obliga a su pareja a recibir tratamientos a veces complejos e invasivos. Incluso pueden verse cuestionando su propia masculinidad.

La Importancia del Apoyo Emocional en la Infertilidad

Es importante apoyar a cada uno de los miembros de la pareja, pero también a la pareja como un todo durante el proceso de diagnóstico y tratamiento de la infertilidad.

Es por ello por lo que los centros deben tener asociados a profesionales de la psicología que puedan prestar ayuda cuando los pacientes lo requieran.

Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso proactivo hacia el cuidado personal. Algunas personas pueden sentirse reacias a buscar ayuda debido al estigma asociado con la salud mental, pero es importante recordar que todos necesitamos ayuda en algún momento.

No hay nada de malo en buscar apoyo cuando se enfrenta a desafíos emocionales. Recuerda que no estás ni estáis solos, y que, en este camino os acompañamos, guiándoos y apoyándoos en la búsqueda de ese bebé.



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