Entendiendo la disminución de la Fertilidad en la Mujer

De todos es conocido que la función ovárica va deteriorándose conforme va avanzando la edad de la mujer. Ello conlleva una pérdida de la actividad hormonal y, por ende, de la capacidad reproductiva, cuya máxima expresión es la menopausia o cese definitivo y permanente de la menstruación.

El funcionamiento ovárico viene determinado por la cantidad de células sexuales femeninas (llamadas ovocitos u oocitos) que existen en cada momento de la vida de la mujer.
Al contrario que el varón, la mujer dispone de una cantidad limitada de células sexuales y este número va a ir reduciéndose mes a mes.
El número de ovocitos está determinado genéticamente aunque existen factores de diversa índole que pueden reducirlo.
Sabemos que el número máximo de células germinales que se pueden encontrar en el ovario es de 7 millones y esto ocurre en un momento tan precoz como la semana 20 de gestación. A partir de entonces, en el feto de sexo femenino va a ir reduciéndose de forma dramática el número de células que se convertirán en ovocitos de manera que, al nacimiento, la niña dispondrá sólo de 2 millones de ovocitos y, de éstos, sólo 300.000-500.000 sobrevivirán hasta el momento de aparecer la primera menstruación. De todos ellos, únicamente 400-500 ovocitos alcanzarán la ovulación a lo largo de toda la vida fértil de la mujer y esto significa que sólo 400-500 células serán susceptibles de ser fecundadas y dar origen a un embrión.
Además, se sabe que existe una íntima relación entre la cantidad de ovocitos restantes y su calidad, especulándose que los mejores ovocitos son reclutados precozmente, en los ciclos de edades más tempranas.
Por lo tanto, conforme avanza la edad de la mujer se produce una reducción del número de células sexuales femeninas, pero también de la calidad de las mismas, produciéndose, inicialmente, a nivel reproductivo, una reducción de la fertilidad o subfertilidad y, posteriormente, la esterilidad.
¿Cuándo se inicia el deterioro ovárico?
Se ha podido establecer un modelo matemático que predice la pérdida ovocitaria estudiando la concentración de folículos (estructuras ováricas que contienen los ovocitos) en diferentes edades y relacionándola con la edad de la menopausia. Se confirma con este estudio que la pérdida de ovocitos es continua pero no constante. Es decir, que hay un punto crítico a partir del cual la pérdida ovocitaria se acelera.
Ese momento crítico ocurriría unos 12-13 años antes de la menopausia y esto supone que, en una mujer que tendrá la menopausia a los 50 años, la aceleración de la pérdida ovocitaria ocurrirá a los 37 años o a los 33 si la mujer entra en la menopausia a los 45 años.
Sin embargo, aunque el deterioro de la función ovárica es el factor más importante que induce una reducción de la fertilidad en la mujer, hay que considerar que, a partir de determinadas edades y conforme se entra en la treintena, la incidencia de enfermedades benignas de útero, trompas de Falopio u ovarios se incrementa, afectando de una forma importante la capacidad reproductiva en la mujer.


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