Las mujeres que logran ser madres gracias a la medicina reproductiva se deciden por la lactancia materna mayoritariamente. Esta es, al menos, la principal conclusión de un seguimiento telefónico realizado por Instituto FIVIR entre 100 mujeres que lograron su deseo de tener un hijo en el centro. El muestreo demuestra que el 76,7% de las madres preguntadas decidió dar pecho durante un periodo mínimo de tres meses. El resto, que suponen un 23,3%, apostó por la lactancia artificial principalmente debido a necesidades laborales, según explicaron las pacientes a la clínica. Muchas de estas mujeres superan los 35 años y una parte de las encuestadas tiene más de 40 años.
“Estos datos nos hacen pensar que aunque las mujeres que recurren a la medicina reproductiva son personas con una maternidad buscada, a veces con tratamientos complejos, y muy deseada, los motivos laborales siguen siendo un problema real a la hora de optar por la lactancia materna”, defiende la directora de Instituto FIVIR, Marita Espejo. “Nuestra sociedad debe avanzar con cambios, más profundos y reales, que garanticen el derecho de las mujeres a desarrollar una vida familiar en las mejores condiciones sin que ello debilite su situación laboral. Es en beneficio de todos”, agrega la doctora.
Instituto FIVIR defiende la lactancia materna por los numerosos beneficios que reporta para la madre, pero sobre todo para el bebé que llega al mundo. La leche materna ayuda a un mejor crecimiento del bebé, mejora su salud y previene enfermedades futuras. Y aunque los inicios no siempre son fáciles, a la larga favorece un vínculo más estrecho entre madre e hijo.
En cuanto a la madre, la lactancia materna también ayuda a la mujer a recuperarse antes tras el parto, le ayuda a perder peso, reduce el riesgo de osteoporosis e incluso el riesgo de patologías ginecológicas como el cáncer de mama y de ovario.