Deporte en el embarazo: Beneficios y recomendaciones para una gestación activa

deporte embarazo
Uno de los problemas de salud que caracteriza a la sociedad
occidental es el sedentarismo y la obesidad. Y ésta, desde el punto de vista
reproductivo se asocia no sólo a una dificultad para gestar, sino a un
incremento en el número de abortos, malformaciones congénitas, muertes fetales
intraútero y una mayor tasa de problemas médicos durante el embarazo como la
diabetes o la hipertensión. Además, los bebés de madres obesas suelen ser fetos
grandes o macrosómicos, lo cual aumenta las complicaciones durante el parto.
Tradicionalmente se ha recomendado evitar el ejercicio
físico durante el embarazo al asociarse a un mayor riesgo de aborto o parto
pretérmino. Sin embargo, y en base a las conclusiones de los últimos trabajos
científicos, entidades de prestigio internacional como el Colegio Americano de
Obstetricia y Ginecología (ACOG) recomiendan la práctica de actividad física 30
minutos al día, tres días a la semana, durante todo el embarazo salvo que
exista contraindicación para ello.
Las contraindicaciones más frecuentes incluyen aquellas
situaciones de incompetencia cervical, el diagnóstico de placenta previa, rotura
prematura de membranas o sangrado genital, junto al antecedente de parto
pretérmino.
Se ha evidenciado que el ejercicio aumenta la superficie y
volumen de la placenta, aumentando su capacidad funcional y añadiendo un factor
protector sobre el feto.
Aunque el ejercicio físico no disminuye la incidencia de
diabetes durante el embarazo, sí disminuye el número de fetos macrosomas y, por
tanto, los problemas que pueden producirse durante el parto. Así mismo, el
ejercicio aumenta el tono muscular de la embarazada, aumenta la liberación de
endorfinas y por tanto mejora el estado de ánimo y las dificultades para
conciliar el sueño.
Algunos consejos
Debería evitarse cualquier ejercicio que suponga un alto riesgo
de trauma abdominal y aquéllos que se desarrollen a gran altitud (> 6000 m).
El submarinismo tampoco es recomendable por el riesgo
teórico sobre el bebé que puede suponer la descompresión.


×
Ir al contenido