Esta técnica está indicada en todos aquellos varones que, por causas médicas o quirúrgicas, puedan ver comprometida su fertilidad futura. Es el caso de pacientes con cáncer que van a ser sometidos a tratamientos de quimio o radioterapia, tratamientos altamente tóxicos y que dejan como secuela, en muchos casos, la pérdida de fertilidad.
También está indicada en aquellos de varones que han decidido someterse a una técnica de esterilización definitiva (vasectomía) y que desean tener opción a una paternidad futura o bien a aquellos colectivos profesionales que presentan un mayor riesgo vital (cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, bomberos, etc) en el marco de un proyecto familiar estable.